Levanta la mano

Que levante la mano aquel o aquella que nunca a llorado de amor, estoy casi segura de que ninguno la habéis levantado…es curioso como una cosa que te puede llegar a hacer levitar al mismo tiempo puede hacer que te la des contra el suelo y lo más curioso es que lo hace en cuestión de segundos, milésimas, vamos, el tiempo que se tarda en decir”me gustaría dejarlo” o también esta la forma más cobarde es decir “Quiero que nos demos un tiempo”, en el último caso yo pienso: “¿Tiempo para qué?”y me responden:”Para pensar sobre lo nuestro”, y ahí es cuando no hay que darles el gusto de decir un simple “ok”, ahí es cuando hay que contraatacar y decir”Si me tienes que decir algo, suéltalo ya”, y depende de la respuesta viene el segundo paso, el llanto. El llanto no es algo tan malo si te pones a pensar, es una manera de expresar tus sentimientos, de no guardarlos para que en un futuro te hagan daño, sino que ya en el mismo momento te despides de esa experiencia en tu vida, claro, no hay porque afrontarla solo o sola, siempre están esos amigos que nunca dejarían que derroches tus lágrimas por un chico o una chica, sino que siempre te dicen las típicas frases de: “Seguro que se arrepiente”, “Ese no era para ti, así que espera que aun hay algo mejor de lo que ha sido este”, “No vale la pena…” y muchas más frases que usan para hacernos sentir mejor, pero no se puede, no se puede sentir bien cuando la persona a la que una vez le dijiste “Te quiero” ahora le digas”Te odio”, no se puede estar bien pensando en que los besos que recibiste algún día y que tanto te gustaban los está recibiendo otra o otro, pero ¿saben lo que les digo?
¡Que le den!, no te hace falta, para seguir siendo una persona perfecta, una persona que no se rinde, hay que seguir hacia delante, con el mentón bien alto y con una sonrisa de oreja a oreja, y nunca,¿oyeron?, nunca, digan:”Quizás no era suficiente para esa persona”, porque sabes que no es verdad, así que ya sabes, a sonreír que es lo que más mereces, y si lo ves, lo saludas o la saludas y le mandas una sonrisa, con eso lo o la destrozas y así verá lo que ha perdido.