Se acerca la noche…Se acerca la noche…Se acerca la noche. Esto te repetía sin tú tener idea alguna sobre ello, me preguntabas lo que pasaba a la noche, sin embargo yo no podía responderte, ya que la respuesta era demasiado obvia, pero a la vez difícil de decir, yo sólo quería una cosa, tú no la sabías, es lo típico en un amor imposible, te volví a repetir: Se acerca la noche… Y supuse que tú ya un poco hartándose del tema pero sin poder ni querer ponerte brusco, con suavidad me dijiste: Se acerca la noche. Con esto yo me quedé atónita, ¿podría ser que ya supieras lo que quería decir?, viendo mi cara de confusión me volviste a repetir: Se acerca la noche. Nunca me había sentido tan confusa, y en un impulso de adrenalina, te pregunte si de verdad querías saber que pasaba en esa noche, tú me respondió que sí. Pero antes me respaldé las espaldas, te hice prometer que nuestra amistad no se vería dañada por aquellas palabras que te iba a decir, también te hice prometer que pasará lo que pasará todo seguiría igual, ya que todo era perfecto, sólo que por mi parte hacía falta que lo supieras, con todo esto me dijiste que sí, que claro, que por tu parte estaba hecho, Y entonces cogí aire y sin pensarlo lo solté:
“Esta noche quiero que durmamos juntos, que tú pongas tu mano por encima de mi cintura, rodeándola, y que tus labios estén pegados a mis mejillas, y que cuando compruebes que esté durmiendo, me des un beso en la frente, quiero que esta noche, seamos sólo tú y yo.”
Ambos guardamos silencio y al minuto me dijo para romper el hielo:”¿Qué pijama llevo?”
No hay comentarios:
Publicar un comentario